Crónica

El Real Madrid apaga el infierno verde para meterse en la final (79-86)

La sangre fría del Real Madrid bien vale un final. Los de Chus Mateo superaron la presión ambiental y esperaron su momento para remontar al Unicaja (79-86) en un partidazo. Hezonja (20), el mejor

  

El Real Madrid eliminó al Unicaja en Málaga en el cuarto partido de la semifinal de la Liga Endesa (79-86) con una actuación determinante del pívot Edy Tavares, que hizo un doble-doble de 16 puntos y doce rebotes en un duelo donde Mario Hezonja anotó otros 20 puntos para certificar el pase a la final, donde los blancos defenderán título contra el Valencia Basket con factor cancha a favor.

El cruce, por tanto, se cierra con un global de 3-1. El Real Madrid se llevó los dos como anfitrión, imponiéndose por 99-81 en el primer partido y por 90-75 en el segundo, mientras que el Unicaja logró sobrevivir en el Martín Carpena ganando el tercero por 86-84, pero se quedó sin premio en el cuarto de este martes con el definitivo 79-86 tras ir ganando durante treinta minutos y desinflarse en el último cuarto.

Era un casi imposible para los de Ibon Navarro. Lo decían las estadísticas: ningún equipo desde que se juegan eliminatorias por el título de Liga Endesa en 1983 ha remontado antes un 2-0 en contra en una eliminatoria de semifinales.

Ya van 43 eliminatorias sin milagros como el que se planteó hacer el Unicaja, que claudicó ante el Real Madrid y se marchó ovacionado en una de las mejores temporadas de su historia, donde ha conquistado cuatro títulos (Supercopa ACB, Copa Intercontinental FIBA, Liga de Campeones FIBA y Copa del Rey).

El Real Madrid irá a por la Liga Endesa número 38 de su palmarés. La última vez que ganó dos ligas consecutivas fue en 2018 y 2019 ante Baskonia y Barça, respectivamente. Esta vez será el Valencia Basket de Pedro Martínez el rival a batir.

El partido fue intenso. Sin Tyson Pérez por un esguince de tobillo que sufrió en el partido anterior y sin David Kravish por decisión técnica, Ibon Navarro optó por devolver a la rotación a su cinco más alto, Olek Balcerowski, y a un tres que puede jugar de cuatro y aportar mucho músculo como es Melvin Ejim, que descansó el pasado domingo.

Tres triples consecutivos de Unicaja dejaban una salida a pista arrolladora, con mucha insistencia en el tiro exterior. Yankuba Sima estaba crecido en su misión de frenar a Tavares y su equipo, muy aguerrido en defensa.

Un cinco de nueve en triples facturó Unicaja en el primer cuarto, pero la distancia no fue superior por bajar su porcentaje en tiros de dos y porque el Real Madrid encontró dos tiros de Sergio Llull desde la línea de tres que dieron algo de oxígeno (22-16, min 10).

Apretaba el Real Madrid en el segundo cuarto, pero había un equipo que jugaba con una marcha más y ese era Unicaja. En una de sus ráfagas, conecto varias canastas seguidas para el 31-21 que hizo parar el partido a Chus Mateo para reajustar a los suyos.

Pero no existía fórmula táctica para anular a un Dylan Osetkowski en trance, que se marchó al descanso con doce puntos fruto de un cuatro de cuatro en triples. En la segunda parte, para desgracia de su equipo, aportó cero puntos en el que pudo ser su última velada como jugador del Unicaja.

Por su parte, Mario Hezonja, el más regular de la serie para los madridistas, permitió a los blancos seguir conectados al término de la primera mitad (43-39) y fue el máximo anotador de la noche con una veintena de puntos.

Siete puntos en cinco minutos de Edy Tavares en su emparejamiento con Olek Balcerowski permitieron al Real Madrid igualarlo en el tercer cuarto. Cada jugada, a flor de piel en mitad de un ambiente atronador en el Martín Carpena.

El físico lo imponía el Unicaja a través de Ejim y Balcerowski, y así se fueron a seis puntos, pero el acierto exterior desapareció y ahí se agarró de nuevo el equipo de la capital, que dominaba en el rebote, pero seguía doblando a su rival en pérdidas.

Con 63-61 y diez minutos por disputarse, el factor Tavares volvió a escena. Mientras tanto, Unicaja confiaba en sus exteriores para seguir manteniendo la iniciativa que volteó Hezonja con otra de sus apariciones (69-72), pero Perry respondió con la misma moneda desde el perímetro.

El Unicaja tenía la presión de empatar la serie y cayó en la precipitación. La defensa blanca tuvo mucho que ver, pero los malagueños no anotaron varios tiros sencillos y Llull, con su tercer triple, mandó a Ibon a pedir pausa con 72-77 para los blancos en los últimos cinco minutos.

Perdía Unicaja de siete puntos con 2:42 en el reloj y el mejor de los blancos, Tavares, se marchaba al banquillo por su quinta falta. Balcerowski fue al poste con él y el gigante caboverdiano cayó en la trampa.

Sin su faro en la pintura, Facundo Campazzo tomó los mandos con un dos más uno fundamental para amarrar la victoria y el Unicaja, ya sin Osetkowski por acumulación de faltas, solo remó por inercia, con la impotencia de saber que moriría en la orilla.

La serie se la acabó llevando el Madrid, muy superior en sus dos partidos como local, competitivo hasta el final en el tercero y mejor la recta final del cuarto y definitivo.

El vigente campeón buscará revalidar el título en la final ante el Valencia Basket, donde contará con el factor cancha a favor en una eliminatoria al mejor de cinco partidos.

79- Unicaja (22+21+20+16): Perry (14), Kalinoski (3), Barreiro (0), Osetkowski (12), Sima (6) -quinteto inicial- Díaz (6), Carter (17), Djedovic (0), Tillie (0), Taylor (2), Ejim (11), Balcerowski (8).

86- Real Madrid (16+23+22+25): Campazzo (12), Abalde (3), Hezonja (20), Ndiaye (0), Tavares (16) -quinteto inicial- González (0), Musa (14), Garuba (2), Fernando (4), Feliz (2), Llull (13), Rathan-Hayes (0).

Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Óscar Perea y Jordi Aliaga. Eliminados por acumulación de faltas Dylan Osetkowski y Olek Balcerowski, de Unicaja, y Edy Tavares, del Real Madrid.

Incidencias: Cuarto partido de la eliminatoria de semifinales de Liga Endesa, disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante 10.681 espectadores (lleno).

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